Prematuros recuerdos

Vientos y gritos

Sin surgir de ningún peligro

Solo risas y sueños

Topados de dulces y caramelos.


Los días no cuentan con horas,

Son aventuradas pasadas de olas

Que te atrapan y llevan a intensos momentos

Donde todo gira entorno a los juegos.


El mundo…

¡Más grande que el universo!

La vida…

Aquello infinito y eterno.


Nunca ha de acabarse la energía

Como tampoco las inocentes alegrías.

La imaginación no tiene límite

Y de la realidad no se distingue.


La creatividad se apodera de la mente

Generando una mirada pequeña y diferente.

Las aventuras definen nuestros destinos,

Salvo en los instantes que alguien anuncia “pido”.


Todo es tan calmo pero activo,

Rodeado de millones de amigos.


Cuestionamientos y preocupaciones

No influyen en nuestras acciones,

Solo es dejarse llevar por impulsos,

Y todo aquello de uno más puro.


Mamá:

La dulce reina que nunca me abandonará;

Papá:

El sabio héroe que siempre me ayudará.


Todo esta lleno de vivos colores

Pintados por infinidades de fibras y crayones,

Al igual de esos diversos olores

Como en primavera sueltan sus encantadoras flores.


Tanto disfruté esa época,

Que aún habiendo pasado más de una década sin ella,

La recuerdo y extraño

Año tras año…


Por suerte a la vez

Siento la esencia no haberla perdido,

Aquella del deseo de fantasía y picardía

Tal como en mí adorada niñez…


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